24 abril 2012

Se aprovechan Santos: Libros 2011

En el 2010 hice un recuento de los libros que leí y me propuse hacerlo cada año. Aunque este post debió salir hace meses, aproveché la celebración de Sant Jordi y con esta del Día del Libro para terminarlo y publicarlo. 


Me propongo, a través de una breve sinopsis de lo que significaron para mí, contribuir con el hábitat de mi memoria personal en Internet. Claro, si con esta reseña alguien se siente motivado a leer alguno de los libros aquí mencionados, genial. Es más, el viernes 27 comienza el Festival de la Lectura de Chacao, un buen lugar o momento para encontrar buenos textos y a buen precio en Caracas.


Muchos de estos libros tendrán una interpretación, conexión o importancia distinta para cada lector, eso es obvio. No pretendo ser una crítica literaria, solo deseo compartir mi impresión, ejercitar mi memoria, escribir sobre algo que me apasiona y darle contenido a este espacio. Sin más, a continuación mi lista de libros leídos el año 2011:


1. La Maleta de mi Padre (Orhan Pamuk, turco): Lo leí de una sentada en la librería Kalathos en Los Galpones (Municipio Sucre, Caracas). Es la recopilación del discurso que dio al ganar el Nobel de Literatura en 2006. Un texto fresco, reflexivo y atractivo (si vas a dar un discurso, la idea es no aburrir, ¿no?). En él habla sobre su relación con la escritura, la comunicación y lo importante que ha sido este oficio para él, para conocerse, indagar en sus pensamientos, sentimientos y presentárselos al mundo. 


2. Extinción (David Foster Wallace, estadounidense): Tuve que regresar al libro para recordar qué había; tengo más detalles en mi memoria de "Hablemos de Langostas", el primero que leí de él y que me atrapó. "Señor Blandito", primer relato de Extinción, es el único que recordé, creo porque me reí y relacioné con mi carrera. He estado en constante contacto con el funcionamiento de agencias de publicidad y uno ve cada cosa... Señor Blandito es simpático para rendirles pleitesía. Lamentablemente no recuerdo el ensayo que da título a este libro, sinceramente lo terminé con un "ba".

3. Para no perder el hilo (Krina Ber, polaca / venezolana): Un libro maravilloso, uno de mis favoritos. Krina fue capaz de describir situaciones cotidianas con un juego de palabras ejemplar. La historia de esta autora me asombró, porque el español no es su primer idioma y realmente tiene un dominio excepcional del castellano. Es una lectura que se disfruta página a página.

4. La Conjura contra América (Philip Roth, estadounidense): Philip Roth es uno de mis autores favoritos. Conseguí este libro, edición tapa dura de Mondadori, a Bs. 20 en Kalathos. Una novela que se construye de hechos históricos y momentos cruciales para la sociedad universal, pero también toma aspectos de la vida de Roth para combinarlos de una forma única en una historia totalmente ficticia, que no cae en absurdos exagerados ni en arreglos superficiales. 

5. La Rebelión de los Naufragos (Mirtha Rivero, venezolana): Una lectura obligada para todo venezolano (a). Atrapa, sorprende y enseña. Te reconcilia con la política y con la grandeza de un venezolano aun no extinto, pero sí escondido. Tras 13 años con Chávez, es un libro vital para entender un pasado y un presente que nos empeñamos en desconocer y olvidar. De mis lecturas favoritas ese año, magistralmente bien escrito y publicado a pocos meses del fallecimiento de Carlos Andrés Pérez.

6. Los Detectives Salvajes (Roberto Bolaños, chileno): Este libro me lo regalaron en mi cumpleaños. Me atrapó, me encantó, me hizo viajar a México (donde se desarrolla la historia), imaginar vivir en el jardín de la casa donde suceden muchas de las acciones, creerme poeta, criticar a otros poetas, excitarme, angustiarme, pensar... Esta novela refleja de alguna manera, un tema que aparece constantemente en mi cabeza: el criterio o la falta de. Los venezolanos y creo el mundo en general, tiende a sorprenderse de cualquier porquería, a creerlo grandioso en nuestra desesperación por cosas de valor, y cuando le quitas los adornos a los personajes o situaciones, nos damos cuenta de cómo la nada o la normalidad los viste. Anti héroes y surte, palabras claves en Lationamérica. Conclusión: lo amé y quiero le bajen el precio a 2666.

7. Cuentos de Taxi (Carlos Varela, uruguayo): Es un libro escrito por el papá de Led Varela, pintor de profesión. Lo escribió y publicó con una editorial amiga. Un texto muy sencillo y muy escrito, con historias duras, cómicas y sentimentales. Imposible de conseguir sino te lo regala el autor o su hijo, creo ya no tienen muchos volúmenes, soy una persona afortunada. Un libro para leer solo o con toda la familia y pasarla increíble. Son los cuentos de Carlos Varela cuando conducía un taxi, brota honestidad y una vida en cada página. Más allá de mi vínculo sentimental con la familia, con sinceridad digo que es una lástima que el libro no llegara a distribuirse como se merecía; los cuentos son super amenos, historias reales mezcladas en algunos casos con imaginación, reflexión e ingenio. 

8. Pronto, Listos, Ya (Inés Bortagaray, uruguaya): Este relato es una belleza, una cosa fresca, cómica, infantil, sencilla, bien escrita. En menos de 80 páginas viajará junto a una familia, pero con la visión de una niña peculiar y divertida. Si queda alguna duda, lo disfruté muchísimo, tanto que me provocó volverlo a leer.

9. Fuera de Foco (Eva Ekvall y Roberto Mata, venezolanos): Una forma personal de acercarse a una mujer que ya no está con nosotros. Eva dejó sin proponerse este testimonio escrito y acompañado del trabajo fotográfico de Roberto Mata en su lucha contra el cáncer, un cáncer que al final la venció.

10. Error Humano (Chuck Palahniuk, estadounidense): Me lo prestaron y lo recibí con cariño. Es un compendio de artículos escritos por el autor de Fight Club sin muchas pretensiones. Contiene algunos relatos geniales porque el ser humano es increíble, con sus hazañas, obsesiones y "logros". Mi crónica favorita, tal vez porque es la que más recuerdo, es la de los castillos. ¿Quién no ha querido un castillo? 

11. El Mundo (Juan José Millás, español): Una novela preciosa, con los toques de humor que caracterizan a Millás pero en distinta escala. Narrada en cuatro capítulos, es una novela de lectura rápida, divertida, tierna y en la cual encuentras miles de pensamientos bien conjugados. "La Calle" fue mi parte favorita, pienso en el libro y lo veo a él, a su versión niño en esa calle, viendo por la destacada ventana. Para mi es una novela autobiográfica, creo muchos así lo piensan, y si no lo es, él siempre está revelando o indagando su propia vida a través de la escritura. El Mundo, el mundo que conoció, que vio, que imaginó y creo para si día a día. 

12. Pedro Páramo (Juan Rulfo, mexicano): Este libro me sorprendió muchísimo. Sabía que era un clásico, pero nunca imaginé tendría tantos absurdos y mundos paralelos. Cuando uno se ubica en el contexto temporal en el que fue escrito, más se sorprende uno. Cuando recuerdo esta lectura, es inevitable no pensar en el tiempo: logré verlo, olerlo, saber sus colores, su movimiento, su forma de hablar. Todo un cuadro latinoamericano creado página a página. Nuestra cultura, nuestra idiosincrasia reflejada en el vacío. 


Justo hace unos días me regalaron una edición hermosa, pasada por los años y por ende, diferente a mi moderna de Mondadori, así volveré a leerlo con gusto. 

13. Un Mundo Feliz (Aldous Huxley, inglés): Un clásico, una discusión que por ahora, sigue perdurando en el tiempo. Un libro obligado para cuestionarnos como ser individual y social. Debo decir que también me divertí con esta lectura, escenas de humor. Quiero leerme "Las puertas de la percepción", comencé a hacerlo antes de este libro, pero como lo tengo en .pdf sin un table fue quedando en el olvido mi propósito.

14. Meridiano de Sangre (Cormac McCarthy, estadounidense): Mi primer libro de este autor ganador de un Pulitzer y más conocido por su obra "No es país para viejos". Realmente me costó terminarlo, entender y diferenciar los personajes. Es un texto sombrío, pesado, oscuro como sabía era y por eso me sedujo, pero en muchos capítulos me fastidié o cansé. Merecía una atención particular que no supe darle. Su poder descriptivo te hace sentir la sequedad del lugar, del viaje. Lo recuerdo y comienzo a hacer muecas como de masticar una pajilla mientras mi voz sale toda del lejano oeste, y me siento como la maldad y la falta de escrúpulos comienza a correr por mis venas.


Una de mis narraciones favoritas del libro: "El malpaís. Era un laberinto. Subías a toda prisa un pequeño promontorio y de repente te veías rodeado de grietas tan profundas que no te atrevías a saltarlas. Los bordes de cristal negro y puntiagudo y abajo puntiagudas rocas de sílex (...) Donde que nosotros sepamos está localizado el infierno".

15. Nadie es Perfecto (Billy Wilder con Hellmuth Karasek): Jamás olvidaré este libro. Es excesivamente genial. De Wilder sólo sabía que fue un director de cine de los años 50 y recibí tanto contenido de él. Me encantó como Hellmuth llevó a Billy, como lo íntima y el enfoque de su entrevista le permitió narrar la vida de Wilder de una forma que uno se lo imaginaba en todo momento presente, en cualquier lugar; hizo que Billy (yo hablo de él como si fuera mi amigo del alma) se luciera con sus pro y contra, que las críticas lo acentuarán como el ser humano que fue. A pesar de todo, volvería a leer a McCarthy, pues considero hay que leerlo, lo lleva a uno a otro lugar de ser. De hecho, tengo en cola "La Carretera". 


Nobody´s perfect y Billy Wilder lo comprobó con su propia vida y decisiones, pero sin duda fue un personaje, de esos hombres que inspiran, que uno admira por su lucidez e inteligencia, que saben y valoran la integridad, que hacen y que fueron más allá de su contexto histórico y que toda persona consciente se hubiera sentido orgullosa de conocer. La lectura de este libro me llevó a buscar las referencias comentadas, a encontrar las películas que no conocía de él (y que son full famosas), a hacer planes, a quererlo todo. Si tienen posibilidad de encontrarlo, no duden en leerlo. Es una belleza y creo tiene la capacidad de unir.  


Comparto una de mis frases favoritas del libro dichas por la esposa de Wilder: "Mucho antes de que Billy Wilder fuera Billy Wilder, ya se comportaba como si fuera Billy Wilder".




El orden de títulos aquí mencionados corresponde al orden temporal en que fueron leídos.

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